¿Por qué los niños de Gaza?

Un amigo que leyó la entrada ¿Qué hacemos con Gaza? en este mismo blog me comentó, un tanto decepcionado: "Decís lo que sentís, pero no analizás el tema" -lo cual es un dato objetivo y cierto-. Mi respuesta fue que este, como su encabezado lo indica, es un blog "literario-sentimental", nombre que puede sonar un poco ridículo al tocar estos temas tan profundos y urticantes, pero que describe sin ambages su razón de ser. No puedo hacer un análisis político del tema, porque no soy historiadora ni jurista ni politóloga, ni aun periodista. Ni siquiera me interesa informarme por los periódicos de uno y otro bando y contrastar opiniones y asertos. Venero el amor y respeto -o intento respetar, en la medida que mis prejuicios me lo permiten- al ser humano. Por eso me conmueve más un testimonio que una crónica; por eso me parece más elocuente la vista de un hospital de niños, cada uno con su herida, su trauma y su historia personal hendida por la guerra.
Buscando una visión objetiva pero humana, me encontré con el blog de Hernán Zin, Viaje a la guerra. Su trabajo es realmente admirable, por el coraje y la dignidad que implica llevarlo a cabo. Toda su trayectoria y su labor como reportero es admirable. Pero lo que más me ha conmovido hoy es su columna ¿Por qué los niños de Gaza? Basta verlos a ellos para ponerle rostro a esta deplorable atrocidad, a esta vergonzosa barbarie que tantos pretenden "civilizada".