Allá al fondo está la muerte... pero no tenga miedo








Como el Conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas,
que al consultar su reloj se desespera
porque teme llegar tarde a la madriguera...

Así vivimos la mayoría
de los mortales nuestro día a día.

Hasta que alguien -supongo yo que habrá un portero
o quien oficie de tal- nos avisa
que no hay motivo ya para la prisa.
Y mostrándonos (espero) su mejor sonrisa,
nos da paso a la Tierra Prometida.

Traspasamos la puerta y estamos
en medio del País de las Maravillas.
Un espejo de oro infinito
nos encandila la retina.

Y en un resplandeciente santiamén,
sin pizca de dolor ni sombra de angustia,
nuestro humano y breve entendimiento
se nubla para siempre.

------------------------------------------------------------------------------ Instrucciones para dar cuerda al reloj 

por Julio Cortázar



Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan. 


¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. 
Y allá en el fondo está la muerte, si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.




De Historia de Cronopios y de Famas